Buuuuuu....

Sólo el alma sensible de un artista es capaz de mirar al mundo y comprenderlo todo aun cuando sea diferente a si mismo, pero que incomprensibles somos cuando es el mundo quien nos mira

Brindemos aler@s, brindemos por los que aman, por los que odian, por los que disfrutan sus vidas deambulando por el mundo, por los que en este momento desean esta muertos, por los que desean mas vida, por los que en este momento están drogados y borrachos, por los que en este momento están celebrando, por los que en este momentos están llorando, por los que están apunto de suicidarse,
Por los que vienen en camino, por los que se van del camino, por los que están recibiendo honores que después se convertirán en un simple pedazo de papel.

Por los que están recibiendo malas noticias, por los que se alegran de las malas noticias de los otros, por los que alegran por las buenas noticias de otros
Brindaremos amig@s por que nuestra amistad dure mientras dura este extraordinario sorbo de whisky, por lo que dura esta botella que nos unirá dentro de las siguientes horas.

Brindemos por la paz mundial, por esas esperanzas absurdas que nuestros corazones están esperando, brindemos por nosotros que estamos ahogando nuestras penas en el alcohol ¡brindemos!

Blablabla ¬¬

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Renueva

Renueva
Sólo nueva, aunque perdida. Quizá al borde, encontrada... espero, no desesperada.

Realidad

Mi memoria conserva apenas solo el eco vacilante de su alta melodía: lamento de metal, rumor de alambre, voz de junco, también latido, vena.

Recuerdo claramente su erre temblorosa, su estremecida erre suspendida sobre un abismo de silencio y ámbar, desprendiéndose casi de la música oscura que por detrás la asía, defendiéndose apenas del cálido misterio que la alzaba en el aire creando un solo cuerpo de luz y de belleza.

Luminosa y precisa, yo la sentía en mi ser profundamente, sabía su sentido, descifraba sin llanto su mensaje, porque acaso ella fuese? o sin acaso: cierto? La única palabra irrefrenable que mi sangre entendía y pronunciaba: una palabra para estar seguro, talismán infalible significando aquello que nombraba.
Como un perfume que lo explica todo, como una luz inesperada, su presencia de viento y melodía
hería los sentidos, golpeaba el corazón, estremecía la carne con el presentimiento verdadero de la honda realidad que descubría.

Pronunciarla despacio equivalía a ver, a amar, a acariciar un cuerpo, a oler el mar, a oír la primavera, a morder una fruta de piel dulce.

Todo ocurría así, hasta que un día la dije bien, y no entendí su cántico.

La grité clara, la repetí dura, y esperé ávidamente, y percibí, lejano, un eco inexplicable, infiel reflejo que en vez de iluminar, oscurecía, que en vez de revelar, cubrió de tierra la imprecisa nostalgia de su antiguo mensaje.

Cuando un nombre no nombra, y se vacía, desvanece también, destruye, mata la realidad que intenta su designio.