Buuuuuu....

Sólo el alma sensible de un artista es capaz de mirar al mundo y comprenderlo todo aun cuando sea diferente a si mismo, pero que incomprensibles somos cuando es el mundo quien nos mira


No se como pude llegar a este extremo no entiendo porque nos presentamos como inutiles, como q no valemos nada si alguien no esta con nosotros,.
Entiendo que una cuando el amor llega a nuestras vidas nos ilucionamos tanto q no vemos la realida, pero eso no significa depender de esa persona, frases como "sin ti no puedo vivir", "sin ti no soy nada", "me muero si no estas a mi lado" son frases sin sentido, frases absurdas.
La verdad no se como nos dejamos sumergir a un mundo en el que parese que no hay salida, en un mundo imaginario que cada ves nos va absorviendo mas y mas.....
Nos dejamos embolver como regalos, pero cuando esa enboltura se quita en que quedamos en nada, solo un vasio inmenso que despues cuesta demasiado llenar.
Fieles son la heridas de los que te aman pero importunuosos los besos de los que te aborresen.
Alegrias e ilusiones, tristezas y decepciones... todo en un solo paquete (amor) Ay, ahora me parece algo tan insignificante, el amor me enferma!!!!!




1 comentarios:

A mi también me enferma el amor!!!

Blablabla ¬¬

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Renueva

Renueva
Sólo nueva, aunque perdida. Quizá al borde, encontrada... espero, no desesperada.

Realidad

Mi memoria conserva apenas solo el eco vacilante de su alta melodía: lamento de metal, rumor de alambre, voz de junco, también latido, vena.

Recuerdo claramente su erre temblorosa, su estremecida erre suspendida sobre un abismo de silencio y ámbar, desprendiéndose casi de la música oscura que por detrás la asía, defendiéndose apenas del cálido misterio que la alzaba en el aire creando un solo cuerpo de luz y de belleza.

Luminosa y precisa, yo la sentía en mi ser profundamente, sabía su sentido, descifraba sin llanto su mensaje, porque acaso ella fuese? o sin acaso: cierto? La única palabra irrefrenable que mi sangre entendía y pronunciaba: una palabra para estar seguro, talismán infalible significando aquello que nombraba.
Como un perfume que lo explica todo, como una luz inesperada, su presencia de viento y melodía
hería los sentidos, golpeaba el corazón, estremecía la carne con el presentimiento verdadero de la honda realidad que descubría.

Pronunciarla despacio equivalía a ver, a amar, a acariciar un cuerpo, a oler el mar, a oír la primavera, a morder una fruta de piel dulce.

Todo ocurría así, hasta que un día la dije bien, y no entendí su cántico.

La grité clara, la repetí dura, y esperé ávidamente, y percibí, lejano, un eco inexplicable, infiel reflejo que en vez de iluminar, oscurecía, que en vez de revelar, cubrió de tierra la imprecisa nostalgia de su antiguo mensaje.

Cuando un nombre no nombra, y se vacía, desvanece también, destruye, mata la realidad que intenta su designio.